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sábado, 29 de enero de 2011

Australia / EE.UU. : El Último Bailarín de Mao (2009)

El Último Bailarín de Mao (Mao's Last Dancer, 毛泽东时代的最后舞者) es una coproducción australo-norteamericana con tintes chinos. Presenta la autobiografía del bailarín de ballet Li Cunxin, basada en su novela homónima, y dirigida por el veterano Bruce Beresford.
La película empieza con Cunxin llegando a Estados Unidos a comienzos de los 80. Apenas habla cuatro palabras en inglés, y se admira por todos los detalles del para él desconocido mundo capitalista; desde un rascacielos hasta una batidora o un cajero automático. En una regresión al tiempo alterna conocemos la historia de Cunxin: criado en un pueblecito de Shandong llamado Qingdao, el pequeño Cunxin (Huang Wen Bin) asistía al colegio como todos los alumnos, bajo el sistema comunista. Pero su suerte cambia cuando es elegido por unos hombres de la capital para asistir a clases de baile. Los comienzos no son fáciles, pero poco a poco se va adaptando, y pretenden trasladarlo a Pekín. La familia piensa que es una gran oportunidad para uno de sus hijos, ya que le concederá una salida a su situación familiar, tan precaria. Cunxin no quiere dejar a los suyos, pero su madre le convence, porque de todas formas no hay remedio. En Pekín las cosas son difíciles y el pequeño llora por las noches; además su profesor le insulta porque no es bueno. Pasan los años y va creciendo en esa escuela, y su profesor favorito le dice que siente que le queda poco tiempo en la escuela (ha intentado introducir ideas revolucionarias en el lugar, y eso va en contra del partido). Con tristeza, el adolescente Cunxin (Chengwu Guo) comprueba días después como la policia se lo lleva.
Tiempo después, con un Cunxin convertido en un joven adulto (Chi Cao), un director de ballet americano y dos bailarines llegan hasta la Escuela de Arte de Pekín para concederle la oportunidad a algunos bailarines de ir a estudiar a los Estados Unidos. Se fijan rápidamente en Cunxin. Algunos profesores son reacios a que se vaya, porque consideran que es demasiado joven para enfrentarse al mundo capitalista sin ser contaminado por sus influencias, pero el profesor que tanto se metía con él apoya la decisión de que se marche, ya que piensa que Cunxin es muy maduro y centrado, y que nunca relegaría de su lealtad a su país. Esta es la forma en la que Li Cunxin llega a Estados Unidos y se queda a vivir temporalmente (son 3 meses de beca) en casa de Ben Stevenson (Bruce Greenwood), su profesor de baile. Todo es nuevo para él, y se siente incómodo por que su profesor le haya comprado trajes tan caros cuando su padre trabajaba muchísimo al año para conseguir mucho menos dinero. Ben le tranquiliza diciéndole que toda esa ropa la puede devolver cuando se vaya, y poco a poco, gracias a las clases de ballet y a su profesor, Cunxin se va adaptando.
En clase conoce a una joven bailarina llamada Liz (Amanda Schull), a la que ayuda con unos ejercicios y surje una atracción mutua. Cunxin es muy reservado y no le dice a nadie que está saliendo con una joven occidental, aunque los dos están muy enamorados. Mientras tanto, un bailarín se lesiona y Ben propone a Cunxin como reemplazo, algo que los demás profesores consideran arriesgado (tendría que aprenderse su parte en 3 horas). Pero Cunxin lo logra, y la atención y el éxito recaen aún más sobre él.
Parece que todo es felicidad para el joven bailarín en América y que la vida no es tan horrible como se la habían pintado. Pero el embajador chino viene a visitarles y le dice a Ben que el gobierno de China ha rechazado su solicitud de prorrogar la estancia de Cunxin en Estados Unidos, ya que considera que es demasiado joven para pasar tanto tiempo fuera de su país. Cunxin se niega a irse, así que habla con su abogado, Charles Foster (Kyle Maclachlan). Éste le dice que tiene varias opciones: renunciar a su país (Cunxin no quiere hacerlo porque metería a su familia en problemas), o casarse con una ciudadana norteamericana, si es que tuviera pareja. A la pregunta directa de si tiene novia todos contestan por él que no, pero Cunxin les sorprende diciendo que sí. Cuando Ben llega a casa, descubre que él y Liz se han casado en secreto y se enfada mucho con el joven chino, que no parece pensar en que el gobierno de su país creerá que ha sido cosa suya que se case para quedarse allí, y eso le acarreará muchos problemas. A pesar de que la ley establece que puede quedarse en América si se casa, Cunxin es llevado a la fuerza hasta la embajada china y obligado a regresar a su país bajo chantaje de que nunca podrá volver ni ver a su familia. Desconsolada, Liz llora y pide una y otra vez verle. Por la mañana, la decisión de Cunxin no ha cambiado, y se acuerda que puede quedarse en el país, pero que nunca podrá regresar a China.
La vida del joven matrimonio no es fácil. Liz no tiene tanto éxito como Cunxin, y ejerce de esposa perfecta cuando en realidad lo que quiere es bailar. La madre de Liz les ofrece irse a Florida, para que por lo menos la hija esté junto a los suyos. Cunxin acepta, pero una visita de Ben le hace cambiar de opinión, ya que le hace entender que en Florida no habrá oportunidades para él, y que si se queda en esta compañía será grande. Liz acepta quedarse sin presiones porque lo ama, pero Cunxin tiene frecuentes pesadillas con que su familia es fusilada por su culpa. Su estado de estrés le hace enfadarse con su esposa y le reprocha que pase el día fuera de casa, en vez de ocuparse de las tareas del hogar. Elizabeth explota y le dice a Cunxin que no puede ser la mujer que él pide, que para eso que se hubiera quedado con su madre. Para él es muy fácil encontrar trabajo porque es brillante, pero ella se siente relegada a un segundo puesto, y también quiere bailar. Le pregunta a su marido si se casó con ella porque la amaba, o por quedarse en Estados Unidos. Él le dice que la ama, pero Liz le anuncia que va a marcharse a San Francisco a unas pruebas. Triste, Cunxin acepta, y este será el fin de la pareja.
Pasan varios años y vemos a un Cunxin mucho más fluído con el inglés, y centrado ahora en su vida como bailarín. Una de las bailarinas del grupo de Ben está siendo dejada progresivamente de lado, porque ya es algo mayor. Cunxin intenta animarla y le dice que para él resulta indispensable, pero ella le dice que sabe que no es así. La nueva compañera de Cunxin y él están muy compenetrados, y juntos hacen unas coreografías hermosísimas. En una fiesta posterior al baile, Cunxin se encuentra con un camarada de la embajada que le dice que intentará ponerle en contacto con su familia, cosa que él le agradece.
La película termina con los padres de Li asistiendo a un baile de su hijo, llorando emocionados por ver el hombre en el que se ha convertido, después de tantos años separados. Cunxin los abraza en el escenario, casi sin poder creer que ellos estén allí. Al final se le permite regresar de nuevo a su pueblecito para ver a su gente. Su ex-profesor le pide que baile para ellos, cosa que él hace.
En los créditos finales se nos dice que Cunxin y su pareja de baile se casaron y se fueron a vivir a Australia, donde tuvieron tres hijos.

He oído de todo acerca de esta película. Algunos la han calificado de teleserie de antena tres, mientras que otros han dicho que los actores están soberbios y que la historia se sostiene sin caer en los clichés. Yo personalmente tengo que decir que ha superado mis expectativas (a pesar de que imagino que la autobiografía será más fiel y completa) y me ha encantado. Lo único reprochable es ese tufillo que hay en casi toda película americana de que los americanos siempre son el lado bueno de la historia, y todo termina felizmente (es por esto que estoy deseando leerme la biografía para constrastar). Hay que agradecer sin embargo que no hayan metido mucho el dedo en la llaga con el tema del comunismo en China (la escena donde Cunxin acaba de llegar a America y el emabajador chino le da instrucciones sobre lo que tiene que hacer en un país capitalista para no dejarse corromper es, como poco, muy ilustrativa), y que se hayan centrado en todo momento en la vida de Li Cunxin, en vez de dedicarse a esparcir propaganda política sobre los buenos y los malos, el capitalismo vs el comunismo.

Qi Cao, el actor que da vida al adulto Li Cunxin, es el actual director del Ballet Real de Birmingham (se nota su acento británico en la película), y sus bailes demuestran una calidad impecable y hermosísima. No soy una gran aficionada del ballet, pero esta película hace que te intereses por él, ya que lo intercala de forma correcta, armoniosa y nada pesada en la película. Cao fue elegido por el propio Cunxin para interpretar su papel, siendo ésta su primera película. Comentar también de pasada el papel de la hermosa Joan Chen como madre de Li Cunxin (casi irreconocible para mi en esta película).

A nivel personal me ha encantado la emotiva historia entre Liz y Cunxin, a pesar de que terminase mal. Siempre es admirable desde mi punto de vista que una persona que viene de una cultura tan diferente (y sobretodo de un ambiente político tan diferente) sea transformada por la fuerza del amor y sea capaz de dejar todo atrás por la persona con la que quiere estar. Para ninguno de los dos fue fácil, y sin embargo se quisieron mucho.

Rotten Tomatoes le dio un 73% de críticas positivas a El Último Bailarín de Mao (basado en 11 críticas diferentes), y se convirtió en la decimo-segunda película más taquillera de todos los tiempos en Australia, además de la más vista en 2009.

* Idea principal: perseguir tus sueños. El contraste de dos culturas diferentes. La fuerza del amor y del baile.

Actualización del 5/3/11: acabo de terminar la novela de esta película, y como esperaba, ha superado mis expectativas. Si bien es imposible incluír en una película todos los detalles de un libro, el final se me antojó ligeramente apretado, y debido a la corta duración de la película en comparación con el libro (sobre todo la infancia es preciosa y bastante larga en el libro) es imposible percibir todo el amor que hay entre los personajes, así como entender como piensan; es esa cercanía a las costumbres ajenas lo que nos hace humanizar a los personajes, verlos más parecidos a nosotros.
Las autobiografías son objeto de mi devoción porque me hacen meterme dentro de la vida del autor, lo confieso, pero en este caso la considero muy útil como lectura adjunta, ya que la película se dedica a dar vagas pinceladas que a veces pueden resultarnos incomprensibles a la hora de entender toda la historia. También me he quedado tranquila en cuanto a la fidelidad del contexto político.

web oficial en EE.UU.
Christophergordon.net
Coveringmedia.
Entrevista con Joan Chen.
Vootar (imágenes y fotos de MLD).








2 comentarios:

  1. Buenas actuaciones, escenografías de ensueño y numerosos momentos emotivos. Destacaría su logrado trasfondo histórico-educativo, quizás algo exagerado, colocando a la américa de Reagan como el "paraíso terrenal" y cuna de la libertad. Demasiados clichés, pero entretenida, se deja ver.

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  2. Es lo que decia de que America y su punto de vista donde siempre se les ve el plumero...estoy deseando leerme la biografía para contrastarlo con la peli. Igualmente me emocionó mucho.

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