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miércoles, 16 de marzo de 2011

Corea del Sur: Bandhobi (2009)

Bandhobi (반두비) es una película surcoreana dirigida por Shin Dong-il, uno de esos directores autocríticos que (afortunadamente) abundan en Corea del Sur (también participó en la ya famosa saga de películas compuestas por cortos If You Were Me, en este caso en la quinta entrega).
Bandhobi significa"amigo" en bengalí, y es justamente el tema principal de esta historia: la amistad y posterior amor entre una chica de instituto coreana y un inmigrante bengalí. Todo empieza cuando la poco corriente Min-seo (Baek Jin-hee) se encuentra en el autobús con la cartera de Karim (Mahbub Alam) un joven que acaba de bajarse. Pero el chico vuelve a subirse al autobús y después de buscar debajo del asiento llega a la conclusión de que la tiene la joven, aunque se ha quedado callada y no ha dicho nada. Karim sigue a Min-seo por las calles, pues no se atreve a enfrentarla directamente para no tener problemas. Min-seo continúa andando, pero finalmente Karim la intercepta y recupera su cartera. Insiste en llevarla a la comisaría, pero Min-seo le promete que le hará un favor si no la denuncia. Así es como termina ayudando a Karim para ir hasta la casa de su antiguo jefe, que le debe el salario de un año y se ha quitado del medio sin pagarle. No consiguen gran cosa, pero ambos inician una amistad después de que Karim se vea inmerso en una pelea en un establecimiento con la que nada tuvo que ver, y Min-seo vaya a parar al mismo lugar tras rociar con gasolina el coche de un cliente que le ofreció relaciones sexuales a cambio de dinero. La descarada Min-seo pide a Karim que la invite a comer, y el joven la lleva hasta un restaurante. Allí, Min-seo se extraña de que los hindúes no coman carne, y se burla ligeramente de sus costumbres. Karim le adiverte que debería ser más respetuosa, pero en general se toma su ignorancia con buen humor.
La vida de Min-seo no es simple; necesita pagarse unas clases particulares de inglés pero ha perdido su trabajo en la gasolinera y ya no tiene dinero para eso; no quiere recurrir a su madre, porque ahora vive con su nuevo novio en casa y ella no lo soporta, pues piensa que sólo quiere aprovecharse de su madre al estar desempleado. En consecuencia, pasa el mayor tiempo posible fuera de casa. El instituto cada vez le interesa menos, así que recuerda la dirección de un "salón de masajes" que venía en la publicidad impresa en unos chicles que tomó de la mesa de la comisaría. Se presenta para que le den un puesto de trabajo, algo que la joven hace con sorprendente frialdad, pero no durará mucho al encontrarse en el local a uno de sus profesores (que la invita a comer y le pide que no comente nada).
Mientras tanto, también conocemos un poco por encima la vida de Karim, que vive en pésimas condiciones en una exigua casa prefabricada y que hace lo posible por enviarle dinero a su familia y a su esposa, que siguen en Bangladesh. Su trabajo consiste en manipular maquinaria pesada y gases tóxicos - trabajo que, como es sabido, en Corea del Sur está principalmente destinado a inmigrantes -. Mientras que Min-seo comienza a asistir a las clases de inglés se pone enferma, y Karim va a visitarla a su casa y le prepara una comida al estilo de su país. Cuando Min-seo le invita pasar a su habitación tiene lugar una situación sexual embarazosa en la que Karim termina marchándose de forma abrupta (es interesante comprobar que en todo momento, Min-seo se toma las cosas con mucha naturalidad). Pasan unos días y no sabe nada de él, de modo que va a visitarlo hasta su trabajo. Después de eso van hasta el karaoke donde trabaja la madre de Min-seo (algo que ella hace de forma descarada, para que su madre sepa con quién se junta).
Min-seo le pide a Karim que vaya con ella hasta un restaurante para conocer a Hains, su profesor de inglés. En una de las escenas más tensas y ridículas de la película observamos la conversación entre el joven americano, que lo primero que le pregunta al saber que es bengalí es si es musulmán. También le pregunta cómo es posible que aún no tenga una novia coreana, con lo dulces que son.
Tras la presentación, Min-seo y Karim caminan juntos de vuelta a casa, pero el malestar se palpa en el ambiente. Min-seo pincha al joven y le dice que no sabe divertirse, y éste le contesta que los coreanos son penosos por "hacerle la pelota a los blancos", ya que dependen de ellos más de lo que quieren aparentar. También le advierte sobre las veladas palabras de Hains al denominar a las chicas coreanas "como dulces", como si fueran unas prostitutas. Enfadada, Min-seo le reprocha que si no le gusta el país puede marcharse, pero que no sea tan envidioso, porque a fin de cuentas él ha llegado hasta Corea para lo mismo que el resto: ganar dinero. Estas palabras hieren a Karim, que se da media vuelta y se marcha sin despedirse.
Sin embargo, Min-seo deja las clases (después de una disputa con Hains en la que termina agarrándole de sus partes). Como ve a su madre tan preocupada con ella, a regañadientes comienza a tolerar a su novio, quien además ha conseguido un trabajo.
Entretanto, a Karim le expira su visado coreano, de modo que, aprovechando que su mujer le ha llamado para decirle que lo deja, y que se ha peleado con Min-seo, decide que ya no tiene sentido permanecer en el país y se despide de sus compañeros. Sin embargo, se pone en contacto con Min-seo por última vez para informarle de la situación. La chica roba el coche de su madre y se va con Karim hasta la playa, donde él grita frustrado en bengalí que no vino a Corea para vivir la vida que lleva, tan injusta. Tras esto, ambos se besan en el coche y Min-seo le propone casarse para solucionar el problema con sus papeles.
A la mañana siguiente Min-seo deja a Karim en su casa, pero lo detinienen unos hombres y se lo llevan. Cuando llega a casa, la chica se entera de que ha sido su madre la que ha llamado a la oficina de inmigración para que lo detuviesen, porque tenía miedo de que le pasase algo.
Min-seo va a la cárcel para visitar a Karim y le dice que aún no está todo perdido y que pueden casarse; Karim le sonríe tristemente como si la suerte ya estuviese echada.
Furiosa, Min-seo va hasta la casa del ex-jefe de Karim y aprovechando que su hija acaba de entrar, se cuela dentro. Allí destroza el salón a sus anchas, insulta al hombre y se pelea con la hija de éste. No consigue gran cosa, pero por lo menos se desfoga (igual que en el caso de Hains).
En la escena siguiente vemos a Min-seo despidiéndose del instituto, puesto que ya no tiene ningún sentido para ella. La última escena de la película nos muestra a una Min-seo más adulta, que se dirige hacia los barrios inmigrantes de su ciudad, hasta llegar a un restaurante bengalí. Allí pide varios platos y se los come en silencio, en honor a su amigo deportado.

Con un final neutro pero triste, Bandhobi es mucho más de lo que nos muestran sus palabras y sus imágenes; es una película realizada de una forma muy sutil que critica de forma explícita e implicita el sufrimiento de la inmigración. Mientras que Min-seo no es la típica jovencita coreana en edad de instituto (desde el principio se muestra indolente, sin ningún respeto por las normas, y aunque no es mala, carece de moral). Sus contínuos enfrentamientos con su madre derivan en el encuentro deliberado que prepara en el karaoke para que ésta vea a su amigo (como si supiese que, al ver que es inmigrante, su madre no lo aprobará). Al mismo tiempo, Karim muestra la actitud propia del inmigrante sumiso y afable: procura no insultar a nadie aunque le ofendan (desde el principio de la película está sufriendo todo tipo de vejaciones debido a su raza y a su condición de inmigrante: en la tienda, con la policía, con su jefe, que no le paga, con los prejuicios de Hains y de la madre de Min-seo, etc). Constantemente vive con el miedo de ser expulsado. Por su religión y su estado civil se muestra también muy comedido en cuanto a no salir con mujeres ni a beber, pero tiene un límite, como toda persona, y al final explota y le deja las cosas bien claras a Min-seo (en una de las pocas críticas explícitas de la película).
Bandhobi le hace un flaco favor al perfil del norteamericano estándar, que tiene su tópico en el profesor de inglés: un joven amable, pero que piensa que puede hacer lo que le dé la gana y que todos le aplaudirán por venir de donde viene.
En Min-seo encuentra Karim una compañera a su altura, puesto que le demuestra lo valiente que es, que está dispuesta a dar la cara por él y a enfrentar a su familia sin importarle lo que le pase. A pesar de venir de dos estratos sociales, raciales y culturales tan diferentes, terminan haciéndose muy buenos amigos y sintiendo algo el uno por el otro.

A través de la película tenemos la oportunidad de observar un poco las costumbres de Karim, de forma respetuosa (su forma de orar diaria, sus reuniones para rezar con sus compañeros de trabajo, etc). Lo interesante de la película no es que critique la supremacía de los coreanos con respecto a los inmigrantes de países más pobres (como se veía en películas como If You Were Me 3) sino que además son capaces de admitir que Corea del Sur es la clase media, por debajo de la estadounidense.
También es remarcable el tono sexual de la película: mientras que en Corea del Sur el sexo es algo que todavía - a pesar de lo sorprendentemente rápido que se ha desarrollado el país tras la caída de la dictadura a finales de los 90 - es un tema bastante tabú, y que principalmente "tejemanejan" los hombres, en el sentido en que la mujer debe mostrarse recatada, o será tachada con aquella famosa palabra de 4 letras. En el caso de Min-seo es totalmente lo contrario: se presenta como una joven con una actitud activa en el sexo, por no decir totalmente desapasionada: esto perturba a Karim, que viene de un país donde el sexo es aún más tabú que en Corea, debido a su religión. Min-seo rompe una vez más con el supuesto perfil de las jovencitas coreanas: ni le interesa el dinero, ni salir con chicos "blancos y guays", y tampoco finge ser quien no es. Y en ese sentido, me parece un personaje maravilloso. Sólo sería reprochable el hecho de que infantilmente rechaza al novio de su madre sin darle ninguna oportunidad, pero afortunadamente hacia el final de la película se da cuenta de que, después de todo, es un buen hombre, y que no piensa vivir a costa de su madre.

En el terreno laboral observamos impotentes cómo el jefe de Karim se burla de él, aprovechándose de que no podrá quejarse formalmente debido a su condición de ilegal. En otra de las "perlas" que la película ofrece, el jefe se queda a gusto gritándole a Karim que gente como él debería estar agradecida de tener un techo donde vivir y por poder comer, en vez de andar pidiendo dinero "cuando las empresas no pueden pagarle" (mientras que él se dedica a vivir en una pedazo de casa, claro). Este asunto, como la mayoría de los presentados, tampoco termina aclarándose para bien. Simplemente se pone sobre la mesa.

La película finaliza de forma bastante realista: Karim es obligado a regresar a Bangladesh, pero Min-seo no le ha olvidado, y va hasta un restaurante bengalí en su honor (para hacer lo que más le gusta: comer). Trata de imitar las costumbres de su amigo, comiendo con las manos. En la escena final en ese barrio de inmigrantes observamos a los transeúntes pasear: hay europeos, americanos; altos y bajos, blancos y negros. Aunque de forma invisible, - detrás de la sonrisa nostálgica de Min-seo - de alguna forma sentimos que la película pretende transmitirnos que es posible una convivencia amable entre las diferentes razas y culturas (hasta la canción que cantan en el karaoke trata sobre los distintos países y sus tópicos).

* Idea principal: la inmigración. El racismo. La interculturalidad. Los prejuicios a todos los niveles. Las injusticias. Gente atípica. Relaciones por encima de todo.

Hidden Connections
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