
Situación: Hee-su (Do-yeon Jeon) es una estricta y rígida mujer que tiene una fuerte deuda que saldar y ningún dinero para hacerse cargo de ella. Entonces se acuerda de su ex-novio Byeong-woon (Jung-woo Ha), al que no ve hace más de un año, y quien nunca le devolvió 3.500 wons que ella le prestó antes de que cortaran. Hee-su se presenta en las carreras de caballos, segura de que lo encontrará ahí. Efectivamente, allí se reúne con él. Byeong-woo se sorprende de verla y le hace los cumplidos típicos, pero Hee-su no se deja engatusar y va directa al grano: necesita el dinero para ese mismo día. Su ex-novio le da largas diciéndole que le escriba su número de cuenta y que él le ingresará el dinero en cuanto pueda. Pero Hee-su no se fía; sabe que Byeong-woo es un zalamero alegre pero poco cumplidor, y que si le concede demasiado tiempo nunca le devolverá el dinero. Como no está dispuesta a marcharse sin lo suyo, Byeong-woo le sugiere que le acompañe a buscar el dinero. Ella se sorprende de que pueda conseguirlo si dice no tener ingresos, pero él le informa de que tiene "sus fuentes".
Y así acompañamos a esta pareja durante un día completo en su recolección del dinero. Por más que Byeong-woo intenta enterarse sobre algún dato de la vida de su ex, esta se muestra esquiva, porque no quiere personalizar el tiempo que pase con él ni aferrarse a los recuerdos. En este tiempo, Byeong-woo va a visitar a una mujer de mediana edad que le presta 1000 wons después de que Byeong-woo se haga el simpático y juegue con ella al golf. Hee-su se repugna de la forma que tiene su ex-novio de tratar a las mujeres: las engatusa con una sonrisa, las escucha y consigue lo que quiere. Sus expresiones no dejan lugar a dudas: ella misma se pregunta qué vio en él. Después de visitar a esta mujer van a ver a una hermosa joven que trabaja como camarera por las noches, y que vive en un lujoso apartamento. Esa mujer insulta a Hee-su, que no está dispuesta a aguantar los insultos. Byeong-woo pone paz entre las dos y finalmente las cosas se calman, por lo que salen de allí con 700 wons más.

Al final del día Hee-su deja a Byeong-woo en una estación de trenes cercana. Éste se ha quedado sin casa y ahora no tiene donde vivir, por lo que tendrá que pensar algo para improvisar. Le dice a Hee-su que le devolverá los 200 wons que le debe, y ella dice que no es necesario. Pero él insiste y le hace un pagaré. Cuando Hee-su lo deja en la estación, ella lo ve hablando con un par de mujeres del stand de comida, muy sonriente, ajeno a sus problemas. Ella reflexiona mientras espera a que el semáforo se ponga en verde para pasar. Su expresión nos lo dice todo.
Al final de la película vemos un cartel en español sobre comidas coreanas - lo que nos indica que Byeong-woo ha cumplido su sueño y se ha ido a España para montar el restaurante-.

Como la mayoría de las películas coreanas, no tienen reparo en dejarnos con un final inconcluso (si esta historia hubiera sido contada desde el punto de vista occidental, con probabilidad los protagonistas habrían tenido algún escarceo amoroso). Lo que interesa en esta historia es darnos cuenta de que el dinero al final pasa a un segundo plano (aunque sigue siendo importante), y la transformación de la protagonista, que abandona un poco su rigidez y mejora la opinión que tenía sobre su ex.
My Dear Enemy se estrenó en el Festival de Cine Asiático de San Francisco el 12 de Marzo de 2009.
*Idea principal: las falsas apariencias. Los pre-juicios.
Official Site of Korea Tourism. (ficha e imágenes)
Me encanta la ambivalencia de este poster; cómo los protagonistas se encuentran divididos entre dos direcciones diferentes; pero cada uno es el reflejo del otro...



No hay comentarios:
Publicar un comentario